POESÍA DE UNA DE NUESTRAS ALUMNAS DE ALMEDINILLA
EL PRISIONERO
Querida madre, esta carta que te escribo,
es porque preso he caído,
con una profunda herida.
No tengo aquí más comida que panizo "machacao",
en un calabozo oscuro de pies y manos "atao",
de pies y manos "atao", estos malvados me tienen
y en cuando en cuando, aquí vienen a darnos mas amargura,
con unas sogas muy duras
nos suben por esos cerros y
según vamos muriendo,
van de los cuerpo haciendo
comida para los perros,
Cuando acabe de escribir,
morirá tu hijo Miguel.
Y ahora dígale a Isabel,
la novia que quise tanto,
que eche por mi muerte un llanto,
que ya no la vuelvo a ver.
Adiós hermosa Isabel,
adiós hermoso lucero
ya se despide de ti,
este pobre prisionero.
Yo mi vida te ofrecí,
hoy me pesa conocerte,
pues veo venir la muerte,
Isabel, pensando en ti.
Paquita Osuna
